miércoles, 12 de septiembre de 2007

xx.- "Id y annciad a todas las gentes"

ID Y DECID A VUESTROS AMIGOS, A VUESTROS VECINOS, A VUESTROS PADRES, A VUESTROS HERMANOS, LO QUE HABÉIS VISTO Y ODIO:
Que los ciegos, ven, los cojos, andan, los sordos, oyen, y se anuncia "la buena nueva", el evangelio a los pobres.
Decidles sí, que habéis encontrado, reencontrado o afianzado un nuevo y hermoso sentido a la vida: que la vida vale la pena vivirla, cuando se arriesga en la maravillosa aventura de vivirla de cara al amor.Rumbo al amor. Renunciando al egoísmo. Luchando por no ser egoísta en nada ni con nadie en cristiano.
Que habéis encontrado un nuevo rostro a vuestra Iglesia, que somos todos nosotros, vuestros hermanos. Más ricos o más pobres, más altos o más bajos, más guapos o más feos, canario o peninsular, pero HERMANO, hijos de Dios, hijos de un mismo Padre.
Y que habéis decidido "de verdad", responsablemente, con compromiso de "hombres y mujeres adultos", comprometeros con esa Iglesia, con esos hermanos que la forman, desde el Obispo y vuestro párroco, hasta el último cristiano de las islas y del mundo entero, para sembrar amor, buscar en cada gesto, en cada cosa que hagáis, en cada pensamiento que tengáis, en cada ilusión que alberguéis, el amor, solo el amor y nada más que EL AMOR, renunciando a todo egoísmo.
que habéis aprendido amar a vuestra Iglesia, la de vuestra fe, en la que pensáis casaros y ser pareja, porque es una Iglesia que es Madre, aunque a veces sea exigente, "porque todo amor cuesta", y quién más ama es quien más se entrega. "nadie tiene mayor amor que el que da la vida, cada instante de la vida, por sus amigos.
Que hoy sabéis de nuevo que la felicidad está, no en el dinero y las cosas, no en el placer y el tener, sino en el dar, en el darse, en el ser, en el conocer, en el saber, y compartir la vida.
Y que habéis decidido y tenéis claro, qué así, si merece la pena vivir la gran y maravillosa aventura de la vida.
De cara a Dios, de cara al más allá, pero de cara también a la justicia y al amor de los hermanos, aquí en la tierra.
Los cristianos sabemos que nunca podremos "construir un paraíso en la tierra", y que siempre tendremos que luchar contra los egoísmos y las injusticias.
Pero también sabemos que cada vez que amamos, que cada vez que nos entregamos para que alguien sufra menos, sea mejor y viva más dignamente, "estamos construyendo el Reino" de Dios, porque el reino de Dios dentro de vosotros está.
Y que solo es feliz el que ama. El que pone su corazón "en la tierra", polvo es y solo polvo será.
Tenemos que esforzarnos, a mí no me gusta la palabra luchar,
Por construir un mundo más justo y humano, por tanto un mundo donde reine el amor, como si no hubiese más allá, sin dejar de pensar que "EL REINO DE Dios no es de este mundo" y que la vida es solo un camino, para volver juntos a la casa del Padre.
Si hoy disidís vivir de cara al amor, rumbo al amor, y solo amor, no solo sino junto con vuestros hermanos, los hombres, vuestro corazón habrá empezado a ser cristiano.
Porque "un solo mandamiento os doy: que os améis los unos a los otros como yo os he amado". "hasta la muerte y muerte de cruz". Dice el Señor

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