miércoles, 12 de septiembre de 2007

xx.- "Carta ded un soldado americano"

Diario de Ana.
CRECER EN EL AMOR.


Ayer, Carlos, al terminar la reunión nos dio una fotocopia d esta confiada carta de “Un soldado americano en Vietnam”. Esta llena de fe, de esperanza. Es el desbordamiento del corazón de un hombre “de buena voluntad”
Sobre ella hablaremos la próxima reunión. Cómo crecer en el amor”.
“Carta de un soldado americano muerto en una trinchera del Vietnam”.





Antes de cerrarte con mi pequeña llave que impide abrirte, mi querido Diario, te voy a decir que al leerla me emocioné toda. No es extraño en mí, ¿verdad?, con lo emotiva y sensible que soy.
La guerra es horrible y no hay ninguna razón para la guerra. Pueden haber razones que sumadas hagan una razón. Como cuando el “otro”, cómo puede haber hombres y mujeres así, te pisa, te pisotea y remueve su bota de cuero y clavos sobre ti como si fueras una colilla en el suelo. O lo que es peor cuando lo hace con tus hermanos, los hombres, con tu familia, tus padres, esposo o hijos, hermanos, tus gentes, tu país.
Todo sometido al horror y a la tortura.
Pero la guerra nunca podrá ser santa. Habrá que defenderse para salvar la vida y la dignidad que algunos confunden con muchos ribetes más y llaman honor.
Pero yo no quería comentarte esto. Ni siquiera los esclavos que a veces somos manipulados por nuestros países y Gobiernos.
Quiero fijarme en el corazón de ese soldado. ¡Cómo le duele tener que disparar! ¡Cómo siente que al otro lado de su trinchera un hay “un enemigo” sino hombres amigos atrapados seguramente por la misma “cuerda del deber” y del “amor patrio” a veces tan patriotero!
Y como ve venir la muerte como un camino hacia la vida, porque sin muerte la vida no está completa ya que ella es parte de la vida. La ve como una esperanza amorosa. Como un fin en el camino de la vida, para pasada esta, volver a la vida de la vida.
Que hermoso tener el corazón tan sin doblez y los ojos tan limpios para poder ver a Dios. ¡Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios!
.Cuando habléis a Dios decirle: Padre nuestro. ¡Dios y Padre! ¡Padre Dios!
Acaso no esta la esencia del cristianismo que nos revela, nos pone claro, que Dios no solo es Amor sino que ese amor se manifiesta como un amor de Padre.
Qué maravilla. Un padre no esta detrás de la puerta, escondido, esperando que nos equivoquemos para castigarnos.
Nuestro Dios es un Padre de Misericordias.”Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito que nos amó hasta la muerte y muerte de Cruz. Y nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos. Porque El es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.
Puedo vivir feliz, contenta, confiada, llena de esperanza, porque la vida es sin duda el camino de vuelta hacia la Casa del Padre.
Y yo ¡qué suerte! De la mano de José Carlos.
Un beso mi diario y hasta mañana.

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